Casa Botines, León.


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León, León, España
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La Casa de los Botines (cuyo verdadero nombre es Casa Fernández y Andrés) es un edificio diseñado por el arquitecto español Antoni Gaudí, quien llevó el modernismo catalán a su máximo esplendor. La Casa Botines está situada en la ciudad de León, junto al antiguo Palacio de los Guzmanes, que pertenece a la época renacentista. Fue construida entre 1891 y 1894.

 

La construcción del edificio se debió a la iniciativa de unos prósperos comerciantes de tejidos de León, Simón Fernández Fernández y Mariano Andrés Luna,[1] que estaban relacionados con industriales textiles catalanes, uno de los cuales, Eusebi Güell, recomendó a Gaudí como arquitecto para diseñar la nueva sede del negocio en la capital leonesa, ya que por entonces estaba construyendo cerca de León el Palacio Episcopal de Astorga. Gaudí delegó la dirección de las obras en el constructor Claudi Alsina i Bonafont, uno de sus ayudantes en varias obras en Barcelona, y contó con la colaboración de varios albañiles y artesanos catalanes.[2]

La casa es conocida como de los Botines por el segundo apellido de Joan Homs i Botinàs, comerciante catalán fundador de la compañía de la que Fernández y Andrés fueron empleados, y que adquirieron a la muerte del señor Homs.[3]

El proyecto de Gaudí fue un impresionante edificio de estilo neogótico, resuelto con su inconfundible estilo modernista. El edificio sirvió para albergar en sus plantas bajas los despachos y almacenes del negocio de tejidos, y disponía al mismo tiempo de viviendas en las plantas superiores: en la principal los dos pisos de los propietarios, y en las restantes pisos de alquiler; por último, se ubica un desván, con cubierta a cuatro vertientes.

La construcción se realizó con muros de sólida cantería caliza, dispuesta en forma de almohadillado.[4] El edificio está flanqueado por cuatro torres cilíndricas rematadas con elevadas agujas de forma cónica, hechas de pizarra, y rodeado de un foso con reja de forja. Las ventanas son de guillotina, con voladizos inclinados para retener la nieve, muy frecuente en el invierno leonés.

Gaudí realizó el foso en unas zanjas corridas rellenas de mampostería hormigonada, como era costumbre en Cataluña, por lo que recibió la crítica de varios ingenieros que alegaban que ese sistema no era válido para ese terreno, por lo que la cimentación corría grave peligro. A todo ello contestó Gaudí:

"Que me envíen estos informes técnicos por escrito y yo los colocaré en unos marcos del vestíbulo de la casa cuando ésta esté terminada".[5]

La fachada es de estilo gótico, con arcos lobulados, y tiene un reloj y una escultura de San Jorge y el dragón, obra de Llorenç Matamala.[6] En 1950, durante unas obras en las que se pretendía sustituir la estatua de San Jorge por una de la Virgen del Camino, patrona de León, se encontró detrás de la estatua un tubo de plomo que contenía una serie de documentos relativos a la obra, como los planos del edificio firmados por Gaudí, el contrato de propiedad del solar, el acta de conclusión de las obras y unos periódicos locales.[7]

Restaurado en 1951, el edificio fue declarado Monumento Histórico en 1969, y es en la actualidad la sede de Caja España, entidad que lo rehabilitó en los años 1990, actividad que le valió el premio Europa Nostra.

 

 


Casa Botines, León.


 
 
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